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domingo, 6 de julio de 2014

Evolución en la composición


INTRODUCCIÓN

     Uno de los pilares básicos en fotografía es la Composición: un conjunto de pistas o ideas que nos ayudan a elaborar la ubicación de los elementos en una fotografía de manera que, al verla, consigamos un efecto concreto de llamada de atención. Esta llamada de atención tendrá un sentido final, que puede ser mostrar algo en concreto, provocar una reacción, despertar un sentimiento, etc... ese fin lo ponemos nosotros.


     Se ha hablado muchas veces de que hay ciertas reglas de composición, mientras que otros mantienen que no hay dichas reglas. El caso es que algunas pautas concretas ayudan a guiar la vista del espectador y además son capaces de centrar la atención con más fuerza que si realizáramos una fotografía al azar, y eso es incuestionable.

     Yo no voy a repetir aquí un tratado de composición, para eso tenéis ya libros muy bien elaborados, con mayor o menor acierto pero, con muchas pautas útiles. A componer se aprende viendo el trabajo de  otros, leyendo algo sobre el tema y practicando. Pero ¿Qué pasa cuando ya 'sabes componer'? ¿Y ahora qué?


sábado, 16 de junio de 2012

¿Porqué mis fotografías no son tan buenas como las de los demás?


INTRODUCCIÓN

      Comenzar en el apasionante mundo de la fotografía de la naturaleza supone, la mayoría de las veces, una batalla que se libra muy en soledad. A pesar de los mil y un trucos sobre cómo aprender fotografía que deambulan por Internet, la verdad es que no es como aprender inglés o piano. Normalmente no hay academias de fotografía en nuestras calles, y mucho menos, que sean económicas. Si uno se deja aconsejar por foros y amigos, conseguiremos aprender muchas reglas y trucos que, mezclados, pueden acabar desembocando en que aprendamos a un ritmo lento y desordenado.

      Yo en mis comienzos tuve suerte. Un fotógrafo me regaló el libro “El Fotógrafo en la Naturaleza” y eso me enganchó definitivamente. La paciente guía de su autor me ha ido llevando en estos 3 años y medio, y la iniciativa “Un Año de Fotografía” ha conseguido afianzar con mayor seguridad los primeros conocimientos que tenía. Esto me ha hecho avanzar más de lo que hubiera pensado en un principio, y aunque mi obra probablemente no llegue a estar nunca a la altura de la de un buen fotógrafo de naturaleza, ahora, cuando veo mi fotografía, ya no tengo la sensación de que es un desastre, sino que me emociona como cuando veo imágenes de mis autores favoritos.

      Queriendo encontrar qué ha cambiado en mi manera de ver y fotografiar, escribo este sencillo post, pues puede ser un apoyo y ayuda a nuestra fotografía, sobre todo si estamos empezando o si estamos algo estancados.

      Me pregunto ¿Qué tiene una fotografía para que nos llegue al interior? Porque en nuestra fotografía concebimos las imágenes no como instantáneas aisladas de un momento, sino como instantáneas en las que queremos dejar una huella personal, y una huella en el espectador, una reflexión, es decir, que pretendemos acercarnos al arte, pero a la vez lanzar un mensaje para que la gente ame y conserve lo que mostramos. Para llegar a esto, una imagen memorable debe tener algo que siempre perdure.

      Dentro de esta búsqueda, hay una frase que siempre me ayuda a no perderme en fotografías sin alma, cuando el panorama a mi alrededor me desespera y trato de hacer una imagen cueste lo que cueste: “Si no hay belleza… no hay belleza”. Nos puede suceder que el día no nos ofrezca las imágenes que deseábamos y es entonces cuando forzamos la imagen para llevarnos ‘algo’. Cuando he hecho esto, al final acabo borrando aquella imagen forzada, que con el paso del tiempo, y una vez asumido que esa fotografía no trasmite nada, nos hace darnos cuenta de que fue una imagen nacida del empeño, pero no de la belleza de un momento.

      Fruto de un momento forzado, por ejemplo, es esta imagen:


 


      La fotografía está forzada. Cegado por buscar una composición con perspectiva, olvido que no hay belleza ni en el suelo, ni en los árboles, ni mucho menos en el cielo. Un suelo verde no justifica una fotografía. Si no hay belleza… no hay belleza. Este puede ser un punto donde abrir camino. Si aprendemos bien esta frase, no exagero al decir que nos ahorraremos tres cuartas partes de nuestras fotografías. Sobre todo en los comienzos.

      La fotografía hay que buscarla. Puede que nos la encontremos de golpe, pero lo habitual es salir a buscarla o prepararla adecuadamente. Volveremos muchas veces al mismo sitio y nos iremos sin una fotografía que nos satisfaga, pero si sabemos buscar con perseverancia el momento de luz y del sujeto, la composición adecuada y encontramos la belleza que buscamos, tendremos esa fotografía que al principio parece imposible y un día acaba en tu cámara.

      Dando un paso más, supongamos que hemos encontrado belleza en una flor, en un paisaje o en un animal. Esto abre la posibilidad de que podamos hace una buena fotografía, pero para nada lo asegura. Otra frase para recordar podría ser "Una zona bonita no significa que sea fotografiable".

      ¿Quién no se ha maravillado ante la vista de un puerto de montaña, un bosque o un paisaje nevado? Hacemos la fotografía, y al llegar a casa y verla en el ordenador, notamos que ha perdido toda la fuerza. Pensemos que en el momento de hacer la fotografía no solo percibimos con la vista, sino con el resto de sentidos, y a la vez que vemos el paisaje o el ave o la flor, estamos oliendo, sintiendo el aire, escuchando la naturaleza… la imagen siempre será menos, por eso no podemos dejarnos llevar simplemente por la belleza y el conjunto, sino que es necesario expresar en la fotografía la sensación del momento, y eso no siempre se puede.

      Un ejemplo de entorno bonito, con belleza, pero que le falta algo, sería este:


       


        En esta fotografía vemos belleza, una cierta composición, pero le falta algo, algo importante. 

    Viendo esta realidad, que es muy común, y que impide avanzar a muchos fotógrafos en sus comienzos y a otros les deja estancados durante años, veo que en toda fotografía hay factores que se repiten. ¿Qué encuentro siempre en las imágenes que me atraen?

      En las fotografías que me atraen encuentro siempre: Belleza, Composición y un concepto amplio que podría llamar Momento. Estas 3 características juntas nos pueden proporcionar una gran fotografía, a mi entender.


BELLEZA


      La belleza es fundamental en una fotografía. Si lo que vamos a fotografiar no tiene una gran belleza, no hagas la fotografía más que como mero documento. Por ejemplo, una zona típica de pinar español. El pino tiene un color pardo, oscuro, sin vida. Los bosques de pinos son bonitos a la vista, pero no tienen gran belleza. Una fotografía sin más de un bosque de pinos te defraudará como norma general.

      Otro ejemplo son las zonas de montaña como las que normalmente hay a lo largo de la península ibérica. Una fotografía de las montañas sin más, simplemente porque están bonitas, nos dejará una fotografía corriente que no dirá nada, salvo que la zona sea de especial altura, como el Pirineo, los Picos de Europa, etc, pero tampoco será una maravilla si no contamos con más factores.

      En esta fotografía tomada desde el mirador de Arenas de Cabrales (Asturias), tenemos belleza y composición, pero el momento no acompaña. Una foto que solo se puede salvar haciendo un virado a blanco y negro, y aún así, no será una gran fotografía.


    



COMPOSICIÓN


      La composición nos enseña a ubicar los elementos en nuestro encuadre. Se aprende composición viendo buenas composiciones, comprendiendo los conceptos y practicando mucho.

      Para componer, aconsejo ver la imagen como un conjunto de geometrías. La composición lanza un mensaje subliminal a nuestro cerebro, que nosotros no sabemos percibir más que con detenimiento, pero que nuestra consciencia percibe en el mismo instante de ver una fotografía. Esto hace que nos atraiga de sopetón, o que no nos diga nada.

      ¿Qué vemos en la anterior imagen del mirador de Arenas de Cabrales? El macizo principal forma claramente un triángulo al que se le ha cortado el extremo superior. Las luces y las sombras también forman parte de la composición, y sería un error pasarlas por alto. El sol crea una especie de 'C' estirada en la zona derecha del macizo, y la sombra le corresponde con la misma forma. Eso, que a simple vista no se percibe, nuestro cerebro lo ve ordenado o desordenado, según compongamos. Si nos paramos a pensar, una 'C' tiene un extremo que empieza por la derecha y acaba por la derecha, es decir, las dos puntas de una 'C' miran a la derecha, señalan a la derecha. Uniendo cabos, vemos también que el corte superior del macizo es de izquierda a derecha (que es como leen nuestros ojos) y va subiendo. Esto significa que también se crea una línea que señala a la derecha. Por eso, nuestra fotografía está pidiendo que se vea la zona de la derecha, porque el objeto principal de la fotografía tiende a dirigir la mirada a la derecha.

      ¿Podemos componer la fotografía de manera que se vea la zona de la derecha? Habrá que analizar qué tenemos a la derecha. Vemos que la zona de la derecha también tiene líneas que acompañan a lo dicho anteriormente, con lo cual, reforzaremos esta sensación visual sin problemas. Si a pesar de lo dicho, la zona derecha no reforzara al macizo principal, tendríamos un problema, y la imagen perdería fuerza, por eso no siempre se debe componer así, sino cuando todos los factores acompañan.

      Por otro lado, y dependiendo del caso, es interesante que se vea lo que rodea al objeto principal, con lo cual podemos afrontar la imagen en vertical o en horizontal. Hacerla en horizontal habría supuesto más de lo mismo: montañas y más montañas. Como la imagen no tiene 'momento', trato de buscar factores que añadan interés al conjunto. Para eso, hago la fotografía en vertical, intentando mostrar la profundidad. Al hacerla vertical puedo captar más variedad, e incluso cosas más cercanas, como el bosque. Sin embargo, el bosque está muy feo, y no me interesa que destaque mucho, pero sí que se vea algo para crear un cambio de tono que rompa con la monotonía azulada de las montañas y el cielo.

      Del cielo, también incluyo una parte proporcional, aunque veis que no tiene ninguna belleza. Ni éste, ni el bosque.

      La composición de esta fotografía está bien, pero nos falta belleza y momento... pero ¿Qué es el momento?


MOMENTO


      El momento es lo que hace que la fotografía tenga algo especial. La belleza puede haberla o no, componer lo podemos hacer siempre mejor o peor, pero el momento es crucial, y se da en contadas ocasiones. Aquí, el fotógrafo aficionado tiene las de perder, pues el momento se encuentra con mayor frecuencia en quien más sale a fotografiar, y en quién sabe buscar con inteligencia y preparación. El fotógrafo profesional que se dedica a ello, si sabe buscar, encontrará momento en más ocasiones.

      El momento no es solo una cabra montés justo en el momento de saltar, o una araña en el momento de cazar. El momento comprende muchos factores. De los más importantes son: cómo incide la luz en la escena y qué tipo de luz tenemos.
      En paisaje, el momento puede ser una ola que estalla en los acantilados, puede ser un cielo encendido en naranjas y rojos, o un increíble cielo azul que hemos acentuado (con discreción) mediante un polarizador. Una espesa niebla es un factor creador del más interesante de los momentos. El momento nos habla de algo ‘poco habitual’ pero real. Algo que hace que la persona que ve la fotografía sienta que lo que ve es importante para la vida y debe preservarse.












     En fotografía de fauna, el momento puede ser una expresión animal, un momento de caza, pero no solo. Puede ser una luz especial que incide sobre el animal, o puede ser ese mismo animal bajo las gotas de lluvia.

      La fotografía de aves desde hide está muy controlada, y debemos aprovechar los flashes para iluminar fondos y para resaltar a los sujetos evitando luces excesivamente duras de sol directo, o luces excesivamente planas de flash frontal, así crearemos una luz natural que realce la belleza del fondo y a la vez dé volumen al sujeto principal.

      En muchas ocasiones no podremos controlar la luz, y dependerá solo de nuestro ingenio y de nuestros intentos. No es lo mismo fotografiar un animal con luz de amanecer, con cielo nublado o sol, o incluso por la noche. Podremos sacar momento de cada situación si verdaderamente lo hay o si verdaderamente podemos crearlo.









      En fotografía de flora e insectos es más difícil encontrar el momento, y para ello recomiendo crear el momento mediante luz. Muchas fotografías macro, por no decir la mayoría de lo que vemos por internet, son planas, insulsas, como bajo un interminable cielo nuboso. A veces uno se escuda en que queremos una luz suave, pero si no creamos algo de volumen en el sujeto principal, todo parecen fotografías como sin vida, sin alma. Crear volumen no está reñido con las luces suaves, pero hay que saber hacerlo. Realzar la figura de una flor o un insecto con flashes, de forma discreta, creará momento en nuestra fotografía, al igual que cuando se hace fotografía a una persona en estudio.

      También, en este tipo de fotografía, el fondo nos ayudará a crear el momento, dejándolo más claro o más oscuro mediante flash o mejor aún subiendo el ISO y aprovechando la luz natural, eligiendo una zona en la que el fondo no reste belleza al conjunto.

      Aunque es bastante feo un fondo nítido y distractivo, tampoco es obligatorio dejarlo siempre totalmente difuso. En unas fotografías ayudará, pero en otras ayudará crear un fondo menos difuso cerrando un poco más el diafragma y así permitimos que las líneas del fondo acompañen a la composición. Para saber qué le viene mejor, podemos hacer ambas fotografías: con el fondo difuso y menos difuso. Una cosa tenemos que tener en cuenta, el fondo nunca puede distraer del sujeto principal, y además, no solo no debe distraer, sino que tiene que acompañar, crear armonía con sus líneas, para que sea complemento y ayuda al momento general de la fotografía.

      Todo esto nos ayudará a crear lo que es un verdadero momento en nuestra fotografía.












      Por último, debemos saber que un buen fotógrafo de naturaleza no es solo el que hace fotografías buenas, sino el que además, sabe seguir sorprendiendo con el paso de los años.

      Es importante que nuestras galerías, exposiciones y publicaciones no sean un compendio de buenas fotografías todas iguales o similares que nos acaben encuadrando en ‘El fotógrafo de amaneceres’, ‘El fotógrafo de las arañas’ o el ‘Fotógrafo de la niebla’.

      La belleza, composición y momento están también en el conjunto de nuestra obra, no solo en cada fotografía indivicualmente. Buscar nuevas luces, nuevos colores, nuevos sujetos y una nueva expresión, será una riqueza para el fotógrafo y para la fotografía de la naturaleza.

      Afortunadamente, todos tenemos mucho que ofrecer.









martes, 27 de julio de 2010

¿Reglas en fotografía?

      Una de los conceptos que deja bien claro José B. Ruiz en su nuevo libro sobre Composición, es que no existen reglas en fotografía.

Basta que hagamos un curso de fotografía para que haya un apartado en el que nos muestren cuales son las 'reglas' de la fotografía, sin embargo, este es un concepto erróneo.
Una regla es algo que se debe hacer de un modo concreto y no de otro. La primera 'regla' que se suele enseñar es la de los tercios, es decir, ordenar la imagen en tercios. La segunda supuesta regla es el descentrado del sujeto principal. Otra regla puede ser que nada sobrexponga, etc.

En fotografía no podemos hablar de reglas, si acaso se me ocurre alguna sería:
1) Si quieres hacer una foto deberás pulsar el botón
2) Si quieres guardarla deberás tener un soporte, carrete o tarjeta.

Cada fotografía tiene su momento y su composición. En unas requerirá descentrado, en otras centrado. En unas requerirá tercios, en otras, quintos o incluso que esté justo en la mitad. En algunas requerirá una iluminación perfecta, en otras subexposición o sobrexposición. En unas habrá foco, en otras, desenfoque... y así se podían tirar por tierra todas y cada una de las reglas.

Un Ejemplo:


En esta foto hay 3 sujetos destacables. El primero y más próximo, la piedra plana de la parte inferior izquierda. Es lo primero que nos llama la atención.
El segundo sujeto es el sol y el tercero la formación rocosa del fondo a la izquierda.

La composición está hecha de tal manera que la formación rocosa y la piedra quedan al margen izquierdo y el sol al derecho, sin embargo la 'regla' de los tercios queda rota con el horizonte, que se presenta en la mitad de la foto y no crea ningún problema a la vista. De igual manera, el sol está claramente sobrexpuesto, y eso no significa que esté mal, es más, es fiel a la realidad de lo que se veía en aquél mismo instante.

El primer plano de la piedra no está nítidamente enfocado, pero es que tampoco es necesario, así se evita diafragmar, es decir, cerrar en exceso el diafragma con la correspondiente pérdida de calidad de la foto. La foto está hecha a f/8, 5sg. e ISO 100, y el enfoque manual está ajustado un poco por debajo de la mitad de la foto.

Un último dato. Una de las cosas deseables fotograficamente hablando es que los distintos sujetos queden separados entre sí y no creen confusión. Si os fijáis, en el primer plano cada piedra está separada, pero a medida que nos acercamos a la mitad vemos que ya no es posible la separación. Un punto más elevado nos habría separado un poco más las piedras del fondo, pero la composición cambiaría drásticamente. ¿Está por eso mal la foto? Creo que no.

Otro ejemplo:


En esta flor de Silene sp. alguien podría decir: ¿Para qué quieres tanto verde? Muchas personas pondrían solo la flor y punto.

La flor en cuestión no está ubicada así al azar. Está mirando hacia arriba, hacia el sol, y de esta forma dejo una franja de algo más de la mitad de la foto en la que se aprecia hacia donde mira la flor y el color del fondo sobre el que vive la flor. Esto no es una regla, es algo que en este caso funciona bien y genera un interés, que de haberla mostrado sola, no hubiera tenido.

Otro ejemplo:


En este caso, lo anterior ha funcionado al revés. La flor está mirando al sol, pero la composición final se ha balanceado a favor de mostrar el tallo en desenfoque y no el lugar al que está mirando la flor.

Como digo, cada foto plantea unas condiciones y atraerá más de una forma que de otra.

CONCLUSION

Debemos conocer las distintas posibilidades que da la composición y dar a cada momento lo más adecuado. Este es un trabajo arduo que nos llevará muchas horas de ver cuadros y fotos y muchas horas de hacer tomas y más tomas.

sábado, 3 de julio de 2010

Si no lo tienes...

Hace unos meses ha salido el nuevo libro de José B. Ruiz: "Composición en Fotografía".

Hablar de José B. Ruiz no es hablar de 'un' fotógrafo de la naturaleza, sino del fotógrafo de la naturaleza más importante de España y probablemente de entre los 10 más importantes a nivel mundial. No es el típico fotógrafo que repite lo que le han contado, sino que sabe todo lo que hay que saber de fotografía moderna y antigua porque lo ha estudiado todo, lo ha leído todo y lo ha experimentado todo, aunque el diga que todavía le queda mucho por aprender.



El libro habla de la parte más importante de la fotografía de la naturaleza, la composición y el 90% sino más de su contenido, no lo encontraréis en otros libros, porque es pura fotografía al más alto nivel.

El libro es exhaustivo a más no poder y deja una idea clara de lo que es ser fotógrafo, de lo que es la fotografía y de cómo hacerla. Leyéndolo avanzaremos en fotografía lo que nunca hubiéramos pensado.

Si no lo tienes... es como fotografiar con la tapa puesta.

Os dejo el enlace:

http://www.josebruiz.com/libros.htm

Saludos