miércoles, 12 de octubre de 2011

Creando Fotografías con la Luz

          No sé en los sitios donde fotografiáis, pero aquí en Madrid todo está seco y feo, y se le quitan las ganas a uno de salir a fotografiar una vez que el verano ha dejado su huella y todavía no ha llovido nada, porque los resultados suelen ser muy malos.

          Cuando sucede esto, podemos acogernos a la libertad de creación y crear nosotros nuestra propia iluminación, es decir, ya que la naturaleza no nos aporta suficiente interés como para plasmarlo en una fotografía, aumentemos nosotros el interés de una escena jugando con la iluminación.

          Para mí, la luz es el factor que determina finalmente si una fotografía merece la pena que se haga o no. Una luz mala estropeará toda una fotografía. Por eso, cuando todos los demás factores fallan, una buena luz puede salvar una fotografía.

          Quiero mostraros un ejemplo con un sujeto muy típico en cualquier campo: Un cardo seco.

          Con un cardo seco, nuestra cámara con un macro, y un flash por cable, se pueden hacer maravillas. Es recomendable tener un reflector de estos que se llaman 5 en 1 que se venden en muchas tiendas de fotografía o por Ebay, que tienen reflector blanco, plateado y dorado y a la vez son difusor. Si no tuvieramos el reflector sería interesante conseguir algo que refleje la luz y sea de color dorado o blanco. Por supuesto, ya veréis que si es dorado, podemos imitar la luz del sol.

          ¿Porque´usar luz reflejada? Porque es más suave y embellece los objetos iluminados creando sombras menos duras.

METODO

           Lo primero que debemos buscar es la composición que queremos hacer con el cardo. Hacemos que nuestro ojo sea cómo el objetivo de una cámara, y nos colocamos pensando donde va a estar el cardo en la fotografía y hacia donde va a dirigirse el tallo que lo sujeta. Una vez pensado, colocamos la cámara en el mismo lugar que el ojo (más o menos) y recomponemos mirando por la cámara hasta que tengamos lo mismo que veíamos sin la cámara.

           Tras haber compuesto, vemos la luz que tenemos y decidimos la luz que va a tener el fondo.

           La luz del fondo, si no queremos variar el diafragma (para no variar la profundidad de campo), y si no queremos variar la velocidad en exceso, porque la mayoría de las veces hay brisa y no se puede hacer muy lenta, viene determinada por el nº ISO.

           Vosotros sabéis cuál es el límite del ISO de vuestra cámara en el cual si se sube más el ISO ya se nota demasiado y no tiene arreglo. En mi caso es ISO 1600 o apurando 3200, subirlo más en la 5D Mark II es tontería. Dependiendo de la cámara que tengáis podréis usar más o menos ISO. Sí os diré, que en este ejemplo que os pongo no he usado más de ISO 400, con lo que todos podemos hacerlo si no hay mucha brisa (si hay mucha brisa hay que disparar más rápido y subir el ISO para igualar la luz).

           Primero hacemos unas pruebas a diferentes ISO con la velocidad y diafragma que vamos a usar. Las fotos resultantes son ISO 1600, ISO 800 e ISO 400



           Estas 3 fotos nos dan una idea de cómo va a quedar el fondo de oscuro si no lo iluminamos.

           Para las fotos que he hecho he utilizado en casi todas ISO 400 y he realizado las fotos un poco más lentas para captar algo más de luz en el fondo. Aún así, en 2 de ellas he usado ISO's más altos para que veáis la diferencia en los fondos.

           La primera a ISO 1600 con luz lateral de flash rebotada en el reflector dorado.


            Vemos que el fondo queda excesivamente claro y se asemeja a los tonos del cardo, con lo cual nos indica que deberemos bajar el ISO para oscurecer el fondo y que se distinga mejor del cardo, así que haremos una prueba a ISO 800.

           
              Ahora la diferencia en el fondo es muy patente, y mejora mucho la toma. Parece luz natural del sol con un fondo de sombra.

              La luz lateral realza el volumen. Dependiendo de la posición del flash conseguimos que parezca luz de amanecer, de sol de media mañana o de medio día.

              Los flashes pueden abrir o concentrar la luz. Este factor viene expresado en milímetros. El flash que uso yo puede abrirse hasta 14mm. y concentrar la luz hasta 105mm. Cuando rebotéis la luz en el reflector dorado el aspecto final de la fotografía variará mucho dependiendo de si concentráis la luz o abrís el radio de difusión de la luz, que hará que llegue a más lugares, muy probablemente hasta el fondo si le aplicamos la suficiente potencia o si el ISO es alto (lo cual hace que sea más sensible a la luz).

             La luz trasera de contraluz es muy interesante. Realza las formas y bordes.


            En este caso, he cerrado el haz de luz del flash a 105mm. para concentrarlo en el cardo, pero lo he dejado algo girado para que también ilumine un poco del fondo y no se presente tan oscuro. La luz reflejada en el reflector dorado se asemeja totalmente a la del sol mañanero como véis. El resultado es perfectamente natural y hemos convertido una fotografía plana en una fotografía con volumen despegada del fondo. El ISO es de 400.
         
            Otro ejemplo a ISO 400 de contraluz sería este:


             Lleva los mismos parámetros que la anterior solo que he elevado más el reflector para que ilumine no tan a contraluz. También parte del flash llega al fondo. La impresión es de que el sol ya se ha elevado sobre el cielo.

             Otro tipo de luz es la luz cenital, direccionada desde arriba, siempre con el reflector dorado. En este caso frontalmente al cardo. Parece luz de media tarde. Si os fijáis, el hecho de dejar el fondo en sombra hace que resalte mucho más el cardo.

              En este caso, al ser frontal, se pierden más referencias de su volúmen, y la fotografía queda  más plana. El flash sigue en 105mm. y apenas influye sobre el fondo.


               Si abrimos el flash a 24 mm. para que llegue al fondo nos quedará esto:


             Nos indica que deberemos subir toda la potencia del flash si queremos que llegue su luz al fondo. Así conseguiremos este efecto en el que se ilumina cenital-frontalmente el cardo y a la vez iluminamos el fondo con los mismos tonos dorados.

               
                    El aspecto es el de un día soleado pero con tonos muy suaves que aportan gran belleza al conjunto, sin embargo, al ser cardo y fondo del mismo tono, no destacan mucho, y la toma pierde fuerza. Debemos recordar que tiene gran importancia que el fondo sea diferente al color del objeto principal si queremos que destaque.

                   Otro tipo de luz es la luz nadir, es decir, la que surge de abajo. Esta luz no se da en la naturaleza y siempre da un aspecto artificial. Eso no quiere decir que no lo podamos hacer.

                   Colocaríamos el reflector en el suelo, y con el flash a 105mm. dispararíamos para que incidiera en el cardo a contraluz. El resultado sería el siguiente:


                   O bien, si abrimos el haz del flash a 24mm. y la luz incide también sobre el fondo, tendríamos una luz suave muy elegante:


                     Finalmente tendríamos el efecto de contraluz más conocido, en el que la figura queda muy oscurecida o totalmente negra. Para eso bajamos a ISO 100 y disparamos el flash a toda potencia para reflectarlo sobre el fondo. El resultado es el que a mí más me ha gustado de toda la serie. Hace que se oscurezca verdaderamente el cardo al captar menos luz, y acentuamos ese efecto iluminando mucho el fondo.

                     Para que apareciera la mayor profundidad de campo posible en el cardo y así reflejara bien su contorno sin que se viera el fondo, he podido subir el diafragma a f/16. El resultado queda así (merece la pena verla en grande):


                   Como véis, se ve algo del fondo menos desenfocado, pero todavía aguanta bien y recoge mucha belleza en esa variedad de tonos.

                   En este tipo de contraluz no se dirige la luz reflejada hacia el sujeto principal, sino solo hacia el fondo.


CONCLUSIONES

                    En pocas disciplinas de naturaleza podemos controlar la luz tanto como en la fotografía macro.

                    En paisaje dependemos de la luz ambiente en gran medida y solo podremos aportar algo de luz en amaneceres o atardeceres. Es justo lo contrario de la fotografía nocturna en la que a parte de las luces parásitas y la luna, gran parte de la luz es la que aporta el fotógrafo.

                    En fotografía de fauna la luz se controla relativamente, pues no se puede molestar mucho a los sujetos salvo en fauna de macrofotografía.

                    Con esto quiero llegar a la conclusión de que siendo la luz esencial para toda disciplina fotográfica, podemos aprovecharnos de su utilización en ambientes muy controlados como es la macrofotografía. Esto nos permite, en este tiempo tan infructuoso para la fotografía en el que todavía está todo seco, utilizar nuestra imaginación y a la vez adquirir unos conocimientos prácticos de iluminación que nos van a servir para todo lo que hagamos en fotografía. Así conseguiremos fotografías en sujetos en los que aparentemente no había nada interesante. Abrimos pues una nueva vía para seguir fotografiando en muchos ambientes aún adversos.

                    No es fácil, pero tampoco es imposible.



VIDEO EXPLICATIVO

                   Os dejo un vídeo explicativo de este post. Se llama "Mini-Práctica Fotográfica"

                   http://www.youtube.com/user/CarlosDoradoVideo?feature=mhee#p/u/0/er8RuLPN_oo


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